viernes, 6 de julio de 2012

Hallan en bolsa de basura una guía de viaje del Siglo XII


Encuentran en una bolsa de basura una guía de viaje del siglo XII robada hace un año.Es el Códice Calixtino, considerado una de las primeras guías de viaje y que estaba en la catedral de Santiago de Compostela. Su valor histórico es incalculable. Fue encontrado en el garaje de un ex electricista del templo.

Envuelto en una bolsa de residuos en el garaje de una casa de Milladoiro, en La Coruña, fue encontrado el Códice Calixtino, un manuscrito del siglo XII de un valor histórico incalculable, que había sido robado el año pasado de la catedral de Santiago de Compostela, en el noroeste de España.
El garaje donde apreció el códice es de un electricista y ex empleado de la catedral, a quien la Policía detuvo ayer. También fueron arrestados como cómplices del principal sospechoso su mujer, su hijo y la novia.
El Códice Calixtino es una especie de guía para los peregrinos que seguían el Camino de Santiago en su viaje a Santiago de Compostela, con consejos, descripciones de la ruta y de las obras de arte, así como de las costumbres de las personas que vivían a lo largo del trayecto.


Desde hacía meses la policía española investigaba a un electricista identificado como Manuel por el robo del valioso libro, cuya desaparición fue advertida hace un año –el 5 de julio de 2011- por un investigador.
Durante el allanamiento de cuatro domicilios relacionados los detenidos, la policía encontró ocho copias del Códice Calixtino, además de otros libros religiosos antiguos y 1,2 millones de euros en efectivo.
Manuel trabajó durante 25 años como electricista para la histórica catedral de Santiago de Compostela, la capital de Galicia, aunque sin un contrato fijo. El año pasado fue despedido, por lo que los investigadores empezaron a manejar la hipótesis de que el ex empleado había robado el manuscrito como una venganza.

Según informa hoy El País, tras ser echado, el sospechoso siguió cumpliendo con su rutina diaria de asistir a la misa matutina de la catedral, donde seguía manteniendo buen trato con sus ex compañeros, no así con el párroco José María Díaz, que era el responsable del archivo al momento del robo y había insinuado que sabía quién era el ladrón, aunque mantuvo silencio al respecto.
Otro dato que despertó la atención de los investigadores: la recompensa que se habría pedido por el códice rondaba los 40.000 euros que, según trascendidos, era la cantidad que la Iglesia le adeudaba a Manuel por sus trabajos en la catedral.

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